Buenas! ¿Cómo estás?
Primero que nada, cuando te pregunto cómo estás, es porque me interesa. Sentite libre si en alguno de estos espacios quincenales querés responderme y contarme sobre vos. Es probable que en muchísimos aspectos de la vida, no esté capacitado para ayudarte, pero en otros pocos, si!
Ahora que llegó el frío, escribo esto en pantuflas y con un cafecito en mano, para solventar la frescura de la mañana. Y por supuesto, una lista de Spotify de fondo (y algún que otro ladrido de mi perra que desentona cada tanto). Pregunta, ¿te gustaría que arme una playlist para que escuches mientras lees tanto este newsletter como otras cosas? De nuevo, no tengas miedo de responder este mail!
Ahora si, vamos a lo nuestro.
👨💻 ¿Qué estuve haciendo?
Como te conté en el newsletter pasado, estoy volviendo a centrarme en “minimalizar” mi entorno. Esto no es nada fácil, siempre sigo encontrando cosas que no se exactamente por qué las tengo. Si bien tengo la ventaja de ser poco afectuoso hacia las cosas, sigue siendo un desafío.
Acá quiero parar para darte más detalle y también algunos consejos.
¿De qué me estuve deshaciendo? (Ojo, no es tirar, siempre preferimos donar o hasta vender si es necesario).
Primero y muy fácil, cajas y papeles. Acumulamos papeles y cajas de productos que ya no guardamos ahí. Si no confiás del todo en “la nube”, te invito a comprar un disco sólido externo (son muy pequeños y tienen una increíble cantidad de espacio) y tomarte un par de horas para guardar los archivos que sentís que vas a necesitar en PDF o imágenes, y pasarlos a este disco. Ahí te asegurás de conservarlos.
Siguiendo con el punto anterior, y que tengo pendiente hacerlo este año (hago esto todos los años, si), eliminar archivos de tu computadora y celular. El desorden que llevamos no es solo en los espacios físicos, sino también en los espacios digitales. Y un escritorio ordenado (físico y digital) nos brinda muchas facilidades, y mayor productividad.
Artículos de cocina. Al convivir, empezás a duplicar las cosas que tenía cada uno cuando vivía solo. Así que estuvimos juntando varias cosas que no estábamos usando (y a mi parecer, seguimos teniendo demasiadas). Acá pueden ser desde espumaderas, hasta tazas o platos.
Adornos. Esto para mi es lo más fácil de hacer, porque odio tener adornitos por todos lados. Algunos conservan un recuerdo sentimental, como un elefantito que me traje de Sudáfrica, y que antes de tirarlo me cortás la mano. Pero confieso que tiré cosas que a otros le hubiera costado horrores, como por ejemplo una figura de yeso que pinté en 7mo grado (y pinté muy bien, tengo que admitirlo). Después, adornos de todo tipo, recuerdos de viajes, souvenirs de fiestas. Conservé solamente el elefantito y una foto del primer año de mi sobrina. Tiré hasta imanes (colecciono imanes de mis viajes, un tema que cuando se vuelva a viajar trataré más seguido).
Artículos electrónicos. Vivimos en el capitalismo consumista. Todos tenemos varios artículos electrónicos que ya son prácticamente de colección. ¿Te acordás cuando usabas GPS o cámara digital? No te puedo explicar la cantidad de cables y cargadores que fui encontrando que no se a qué pertenecen. Por ejemplo, puse en venta una cámara digital, que es buenísima y está en un estado impecable (como todo lo que tengo porque soy un rompe…), que yo ya no necesito, pero a otro puede servirle a un precio super accesible. También encontré unos auriculares blutooth que ya no uso y se los regalé a mi viejo, que le vienen de 10.
Electrodomésticos. Acá no sugiero tirar, a menos que no funcione y no tenga arreglo. Pero si podés venderlos. Es el caso de nuestro microondas, que usamos para calentar la taza de café o algún plato, y que es demasiado grande para nuestro gusto, ocupa lugar y molesta, así que está en Mercado Libre. También una licuadora de esas grandes que no entran en la bacha para lavarla, esa la regalamos.
Libros. Bueno, a esta altura sabés que soy un gran amante de los libros. Y por consiguiente, tengo muchos. Esta es una parte difícil porque les tengo cariño, y claramente no los voy a tirar. Para mi los libros no se prestan, se regalan. Y si me conocés bien, el mejor regalo que me podés hacer, es un libro. Así que junté unos, 10 o 15 libros, y los voy a publicar (bueno, para cuando recibas este mail seguro ya lo hice) en mis historias de Instagram, para quien los quiera. A ver, amo leer en papel, pero también es cierto que la Kindle me ahorra espacio y dinero, con lo cual muchos libros van a ir migrando a ese formato, y me quedo solo con los que me agregan mucho valor (que igual, son muchos).
Podría seguir, pero no te quiero aburrir. Sigo en este proceso de limpieza. Como imaginarás, falta la ropa! No soy para nada apegado a la ropa, pero este año me encuentro en una disyuntiva, o dos. Por un lado, más de la mitad de mi ropa es laboral, camisas y pantalones de vestir, y aún no estoy seguro de si las voy a volver a usar, porque no está definido ese tema en el trabajo. Por el otro, la pandemia me regaló varios kilos, así que hay muchas cosas que en este momento no me estarían entrando, o no me sentiría cómodo usándolas (hola, soy un matambre). De todas formas, sé que cuando este camino me llevé al vestidor, voy a sacar un par de bolsas, y más adelante las seguirán otras.
Un último consejo con respecto a este tema. Empezá pequeño, y cuando agarres un adorno, una prenda de ropa o lo que sea, pensá si en los últimos 6 meses lo usaste. Y si lo vas a usar en los próximos 6. Sino, probablemente no te esté aportando valor.
🎧 ¿Qué estuve escuchando?
Para trabajar, escribir, o leer, me gusta ponerme música relativamente relajada (tampoco música celta, me pegaría un tiro), y hace tiempo que siempre tengo a mano los covers de BBC Radio 1, hay versiones tremendas de grandes temas (bueno, y otras no tanto).
Me resulta útil porque me gusta, pero no me distrae. Me pasa que si pongo algo de rock nacional, me pongo a cantar y no hago lo que vine a hacer, y no es la idea.
Vos, ¿Escuchás algo cuando necesitás concentrarte? ¿Qué escuchás?
✍️ Un artículo
Hace poco nos pusimos en contacto con Orne de OC Diseño Integral y publicó en su blog un artículo escrito por mi sobre Administración del Tiempo, un tema que me encanta y que siempre podemos seguir aprendiendo.
Te invito a leerlo y prestarle atención a su blog, porque se vienen cosas muy interesantes que está desarrollando.
Me encantó esta oportunidad porque escribir es una de las cosas que más me gusta, y me hizo darme cuenta lo abandonado que tengo mi propio blog a veces. Donde, si, escribo, pero tan seguido como me gustaría. Entre otras cosas, estoy replanteándolo.
🆕 Un nuevo desafío
Hace unos días me contactaron desde un conjunto de institutos universitarios de México para dar ponencias dentro de su Módulo de Emprendimiento. Te imaginarás lo contento que me puso. Y, por supuesto, dije que sí.
Di una primera charla (claramente, remota) a cerca de 30 personas sobre Propuesta de Valor, un temón para el universo emprendedor.
Además de darle una inyección de dopamina a mis ganas de ser profesor y orador, me hizo dar cuenta que hay temas de mi trabajo diario que no estaba compartiendo, o al menos no con esa profundidad.
Fue una experiencia muy gratificante! Y ya estamos coordinando el segundo espacio con otra Universidad, así que extremadamente feliz por eso.
Las charlas son por Google Meet y no quedan grabadas, así que no tengo algo para mostrarte, más que un screenshot de un momento en el que pude tomarlo (y te lo dejo acá abajo). Pero, estoy empezando a desarrollar contenido en esta dirección porque me parece muy útil tanto para quienes recién comienza su negocio como para quienes ya están sobre ruedas. Así que te recomiendo suscribirte a mi canal de Youtube porque se vienen algunos videos muy interesantes!
💭Un mensaje
Soy consciente de que en esta oportunidad hablé un poco más de mi mismo de lo que me gustaría y suelo hacer. Es que se juntaron varias cosas para contarte, pero espero también puedan brindarte un aprendizaje propio.
El mensaje que me gustaría que te quede es que las cosas pueden llevar tiempo, pero si somos constantes y no bajamos los brazos, se empiezan a abrir puertas. Cuando sientas que estás trabajando muy duro y no ves resultados, tené confianza en que estás sembrando algo. Siempre sirve volver sobre nuestros pasos y redireccionar el camino cuando hay algo que no funciona, pero no te impacientes. Seguí adelante, siempre adelante.
Esto es todo por hoy!
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¿Cómo?
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Nos leemos pronto!
Bona